El Garfio
El Garfio es uno de los cuentos de miedo de fogata más antiguos. Una pareja joven se dirige en automóvil a un lugar aislado para besuquearse, cuando de pronto escuchan una historia en la radio. Un asesino demente conocido como El Garfio --así llamado porque tiene un garfio en lugar de una mano-- ha escapado de un manicomio. La chica quiere regresar, pero el chico le asegura que no hay nada de qué preocuparse. Cuando llegan al lugar, él intenta besarla, pero ella sigue insistiendo en que está asustada y quiere irse a su casa. La discusión continúa y el chico cada vez se irrita más. Finalmente, él pisa el acelerador y se van a toda velocidad dejando atrás un estruendo de polvo. Cuando llegan a la casa de la chica, el chico detiene el auto y baja para abrirle la puerta. Pero cuando llega a la puerta, su cara empalidece como la de un fantasma y se desploma al suelo desmayado. Ella mira hacia afuera para ver cuál es el problema. Allí, colgando del lado de la puerta del acompañante, hay un garfio ensangrentado.
María la Sangrienta
Según la leyenda, María la Sangrienta era una vieja bruja que vivía en la profundidad del bosque. Un día, una de las niñas de un pueblo cercano desapareció. Le siguió una segunda niña y una tercera. Poco tiempo después, un aldeano que estaba despierto tarde en la noche por un dolor de muelas vio a una de las hijas del vecino saliendo de la casa en pijamas. La niña parecía estar en algún tipo de trance. El aldeano llamó a sus compañeros y siguieron a la niña a un campo cercano. Allí estaba María la Sangrienta --que ahora se veía como una chica de no más de 20 años-- con una varita mágica que brillaba en su mano izquierda y una navaja de plata en su mano derecha. Había estado tomando la sangre de las niñas para recuperar su juventud. Los aldeanos la agarraron y la quemaron en una hoguera, pero mientras moría, juró venganza. A partir de ese día en adelante, quienquiera que diga su nombre tres veces frente a un espejo la llamará: ella las rebanará con su navaja y sus almas arderán por siempre en el espejo.
La moneda de plata
La moneda de plata es un cuento sobre una pareja joven que de regreso a su casa por la noche se encuentran obligados a buscar refugio. Se topan con una casa de campo que tiene una lámpara en la ventana, donde una amable pareja de ancianos les ofrece alimento y un lugar donde dormir. La pareja se marcha al amanecer sin despertar a sus anfitriones, pero dejan una moneda de plata sobre la mesa de la cocina para pagarles. Cuando se detienen para almorzar en la carretera, le cuentan al mesonero sobre la agradable pareja de ancianos que les había dado refugio. "Qué raro" --dice el mesonero-- "parecen los Brown, pero murieron en un incendio años atrás". La pareja insiste en que está equivocado y lo llevan a la casa. Al llegar, encuentran una construcción en ruinas y carbonizada, llena de malezas y cubierta de cenizas. Pero en los restos de cosas retorcidas que se encontraban sobre la mesa de la cocina, todavía pueden ver su moneda de plata.
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